El impuesto es un tributo que se paga a las Administraciones Públicas y al Estado para soportar los gastos. Cuando la situación económica no está funcionando, la gente, como yo, por ejemplo, nos preguntamos que si deberíamos pagarlos, quiénes deberían pagarlos y en que se deberían invertir.
El pago de impuestos es una NECESIDAD del Estado que sirve para financiarlo. Los impuestos pueden ser directos, esto es que gravan directamente la renta, o indirectos, que tienen que ver con el costo de un servicio. La idea es que el pago del tributo satisfaga las necesidades públicas ya que supuestamente, se invierten en beneficios para la sociedad. Con los impuestos, el Gobierno recauda dinero para invertirlo en obras, servicios y pago de sueldos, podemos tener sanidad, educación y muchas otras cosas gratuitamente gracias al pago de tributos.
Todas las personas que hayan obtenido ingresos tienen que pagar impuestos, que se deberían invertir en mejorar nuestras necesidades públicas, pero, que la gran mayoría de veces no se mejoran.
Muchas de estas mejoras no se realizan por el robo del presupuesto obtenido, dejándonos sin nada y llenándose ellos los bolsillos, ya que sus salarios también se pagan con nuestros impuestos. Los resultados se ven cada día cuando la sanidad y la escolarización van a peor, cuando no se llevan a cabo las obras planeadas o se llevan a cabo pero de la manera a la que habían dicho.
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